Cada vez son más los usuarios de bicicleta en las ciudades y muchas personas la utilizan para ir al trabajo, para desplazarse por la ciudad y también para hacer deporte, lo que ha hecho que en muchas localidades se haya cambiado la normativa vial, dado que las bicicletas también son un vehículo.
En el caso de las bicicletas de carretera, que es el tema que nos ocupa, muchas personas viven en núcleos urbanos y sus rutas se hacen fuera de la ciudad, por lo que para llegar a ellas deben circular entre el tráfico.
Es tan importante que los conductores de vehículos a motor conozcan cuáles son sus obligaciones respecto a los ciclistas y éstos últimos también, pero al revés. Hoy en día se están haciendo muchas campañas locales de concienciación para conseguir el respeto de la integridad de los ciclistas, aunque en muchos casos no se tiene muy en cuenta.
En esta entrada vamos a hablar de bicicletas, sí, pero en esta ocasión desde el punto de vista de lo que debe tener en cuenta un conductor de un vehículo a motor de cara a los ciclistas que se encuentra por la carretera, tanto en ciudad como fuera de ella, aspecto que consideramos muy importante de cara a la necesaria convivencia que debe haber entre ambos vehículos.
Por ejemplo, en carretera es importante que al adelantar a un ciclista se reduzca la velocidad y que el adelantamiento se haga en una vía que permita dejar al menos 1,5 metros de distancia ente el ciclista y el vehículo, de esta forma se evita desestabilizar al ciclista por la corriente de aire producida por el coche.
El adelantamiento solo podrá hacerse siempre que no venga otro ciclista en dirección contraria, independientemente de si circula por el arcén. Según las leyes de tráfico, esta maniobra está prohibida y puede conllevar sanción administrativa y económica.
Además, en cuanto a los adelantamientos, hay que respetar los rasantes, cuando viene cualquier clase de vehículo en dirección contraria o en curvas sin visibilidad, porque no solamente se pone en peligro la integridad del ciclista sino la del propio conductor y ocupantes del coche que adelanta como a de los integrantes de cualquier otro vehículo que venga en sentido contrario.
En caso de que exista una línea continua sobre la carretera, que como todos sabemos, prohíbe el adelantamiento, solamente podrá adelantarse a un ciclista siempre que la velocidad a la que circule este permita sobrepasarle sin poner en peligro su integridad física.
Un último consejo sobre algo tan peligroso como los adelantamientos, una de las causas de accidentes más comunes entre los conductores y los ciclistas. Si se va a adelantar a uno o más ciclistas dentro del entorno urbano, siempre hay que estar muy al tanto de los retrovisores en cualquier maniobra.
Es muy importante que todos los conductores se conciencien poco a poco de que el respeto por los ciclistas tiene que ser una constante en todo momento, por tanto nunca hay que acercarse demasiado a ellos, por ningún lado, no frenar de golpe sabiendo que los tenemos cerca, no utilizar el claxon para forzarles a frenar, echarse a un lado, etc.
Además no hay que dejar de tener en cuenta nunca que los ciclistas, siempre según el código de circulación, tienen prioridad con respecto a vehículos a motor y preferencia en cruces, rotondas y cambios de sentido, donde los conductores deben dejarlos pasar. ¿Por qué? La razón es sencilla, un vehículo a motor puede acelerar y frenar más rápidamente que la bicicleta, por lo que es necesario dar preferencia al vehículo más lento para que no ralentice la circulación.
Para finalizar, no hay que olvidarse que en ciudad, prácticamente todos los nuevos carriles compartidos con bicicletas están limitados a 30 kilómetros por hora, siempre hay que respetarlos y mantener siempre la precaución cuando ambos carriles se crucen.
Aunque cada vez son más las personas concienciadas de que tanto ciclistas como vehículos a motor pueden convivir sin demasiado problema, aún queda mucho camino por hacer, por eso, hemos creído importante recordar un poco estas peculiaridades que existen en cuanto a la normativa de tráfico respecto a los ciclistas.
Otra cosa que no debemos dejar de tener en cuenta es el sentido común; si como conductores no nos acordamos de cualquiera de estas u otras normas que haya con respecto a los ciclistas en carretera, es necesario obrar con precaución siempre, evitando causar cualquier clase de contratiempo al ciclista.
No todas las situaciones en carretera son las mismas, por eso la importancia de que cada conductor utilice su sentido común para proteger tanto al ciclista como a él y a los ocupantes que van consigo en el vehículo. Y sobre todo, nunca se debe pensar que los ciclistas son un estorbo dado que tienen el mismo derecho para la utilización de la vía pública y el código de tráfico los considera también como vehículos, por tanto… por sentido común y por ley, respeto siempre a los ciclistas.
[…] tener en cuenta e ir con mil ojos en este tipo de aire cuando nos adelanta un vehículo grande como por ejemplo un camión, y el aire se para de repente, se produce el llamado efecto pantalla, […]