Los entrenamientos son algo básico en todos los deportes y mucho más en aquellos que requieren de una gran exigencia como es el caso del ciclismo, un deporte verdaderamente bonito pero que requiere de sufrimiento y mucha dedicación. La resistencia requerida para este deporte es necesaria, por eso hay que trabajarla constantemente para conseguir los mejores resultados, aunque no solamente es el único apartado que se requiere para la práctica de es de deporte.
En el ciclismo hay que tener una gran potencia aeróbica y anaeróbica, una buena técnica de respiración, conocer cuál es la mejor forma para dosificar las energías y sobre todo hay que tener una gran resistencia mental, especialmente cuando las cosas se ponen más duras en una ruta o incluso en una competición.
La importancia de los entrenamientos
Aunque hay muchas personas que piensan que realizar muchas horas de entrenamiento a una intensidad baja es suficiente como para recibir un entrenamiento, hay que decir que no es suficiente. En un entrenamiento en condiciones hay que intercalar ejercicios de alta intensidad y enfocados a desarrollar diferentes características como resistencia, velocidad, potencia, técnicas, etc.
Es muy importante tener en cuenta que el entrenamiento ciclista requiere de bastantes horas. Un entrenamiento ciclista no basta solamente con dos o tres horas a la semana, es completamente insuficiente, aunque si solo se toma como un hobby puede ser suficiente, pero para quien se lo toma más en serio, la exigencia en cuanto a horas de entreno debe ser máxima.
En esta entrada vamos a conocer algunas de las principales características de las tres clases de entrenamiento: de baja intensidad, intensidad moderada y de alta intensidad.
Entrenamiento de baja intensidad
En este caso un entrenamiento de baja intensidad no quiere decir entrenar un rato nada más, se pueden realizar largos entrenamientos de baja intensidad. Podemos rodar tranquilamente por llano durante 100 kilómetros por ejemplo, lo que nos hará ir adquiriendo resistencia poco a poco. En este caso se pueden hacer entrenamientos sencillos de baja intensidad, pero siempre será mejor si los acompañamos de otra serie de ejercicios de intensidades superiores.
Entrenamiento de intensidad moderada
No siempre vamos a hacer entrenos de intensidad baja dado que siempre necesitamos un plus, ir un poco más allá. Por eso, podemos hacer entrenamientos de alta intensidad, pero como no siempre podremos mantener el ritmo ni el nivel de exigencia que éstos requieren, podemos optar por los entrenamientos de intensidad moderada.
Los efectos son similares a los de la alta intensidad pero el cuerpo sobrelleva mucho mejor el esfuerzo a realizar. Aunque no se llega a dar el máximo, siempre se puede trabajar a un ritmo unos puntos por encima de lo normal, haciendo de éste un entrenamiento muy completo.
En este caso, los entrenamientos se realizan en varias series largas comprendidas entre los 10 y los 45 minutos, donde la idea es ir poco a poco aumentando el tiempo a medida que se vayan consiguiendo los diferentes objetivos que se hayan propuesto en el planning de entrenamientos.
El entrenamiento de intensidad moderada reporta varios beneficios para el ciclista como por ejemplo que éstos no suponen someter al cuerpo a un estrés muy alto como pudiera suceder en los entrenamientos de la máxima intensidad y por ello, el tiempo de recuperación es menor.
Por otro lado, la intensidad aplicada es próxima a la que se requiere para la competición, lo que será de una gran utilidad para todos aquellos ciclistas que quieren tomarse más en serio este deporte. Si queremos ir un poco más allá e intercalamos ejercicios de intensidad alta en una rutina moderada, iremos aumentando nuestro rendimiento, pero sobre todo sin tener que emplear muchas horas sobre la bicicleta.
Entrenamientos de alta intensidad
Estos ejercicios son el complemento ideal para quienes ya tienen experiencia y cierto fondo físico, con lo que se consigue mejorar, quizá más lentamente, pero de una manera segura. No se puede realizar, o al menos no se debería, un entrenamiento todo el tiempo a alta intensidad, siempre progresivo y la alta intensidad no debería extenderse mucho tiempo, nunca hay que llevar al límite nuestro cuerpo.
El entrenamiento de alta intensidad reporta importantes beneficios para todas aquellas personas que se sacrifican y buscan mejorar su condición aeróbica. Además se consigue mejorar la motivación a pesar de que en muchos casos se sufren dolores de piernas y espalda, dado que el cuerpo es llevado al máximo, pero lo mejor de todo es que no se hacen de manera continuada sino que se suelen hacer en varias series que tienen una duración de menos de tres o cuatro minutos como máximo.
Así son, o deberían ser los entrenamientos, siempre con sacrificio para buscar conseguir los mejores resultados, intentando hacerlos sin llevar al límite nuestro cuerpo para evitar diferentes lesiones o cualquier otro problema físico.