Los entrenamientos son algo básico para todo ciclista, independientemente de si es primerizo o de si se tiene ya una gran experiencia sobre las dos ruedas. Esto no es algo nuevo y sucede o mismo en todos los deportes, no solo para mejorar el estado físico y los resultados sino también para evitar lesiones cuando salimos a la carretera a rodar.
Dentro de los ejercicios nos encontramos con un gran número de detalles de gran importancia y en este caso podemos hablar de los ejercicios aeróbicos y anaeróbicos, los cuales aceleran el metabolismo y queman calorías, algo muy importante para cualquier clase de deportista y que también tienen mucho que ver en el mundo del ciclismo porque de ellos dependerá nuestro desarrollo sobre la bicicleta.
Ejercicios aeróbicos y anaeróbicos
Posiblemente haya muchas personas que conozcan las propiedades y características de cada una de estas clases de ejercicios y puede que haya muchas otras que no lo sepan. Vamos a hacer un pequeño repaso para aprender y refrescar nuestra memoria.
Por ejemplo, hablar tanto aeróbicos como anaeróbicos es referirse a la clase de metabolismo energético que utiliza nuestro organismo para responder a la actividad física que nos encontramos realizando, en este caso sobre la bicicleta. A pesar de que ambos ejercicios nos ayudan a acelerar el metabolismo pero también a quemar calorías, tienen sus diferencias y eso es de lo que vamos a hablar en esta ocasión.
Ejercicio aerobico
En este caso, el oxígeno de nuestro cuerpo se usa para la producción de energía, la cual se transporta a los músculos que estén desarrollando la actividad física. En este caso, cuanta mayor sea la capacidad del organismo para aprovechar el oxígeno tendrá una mayor eficiencia en cuanto a la formación de energía gracias a un proceso que se conoce como fosforilación oxidativa.
Esta clase de ejercicios se caracterizan principalmente por ser de intensidad baja o moderada y de larga duración como por ejemplo una salida en bicicleta, pero también una larga caminata, correr o nadar entre otros.
En este caso con esta clase de ejercicios se mejora notablemente el funcionamiento del sistema cardiovascular, comenzando por el del corazón, pero también los pulmones y el sistema muscular. Esto hace que se mejore notablemente la capacidad de transportar el oxigeno en nuestro organismo y lo haga de una manera más rápida y eficaz.
Ejercicios anaeróbicos
Los ejercicios anaeróbicos se caracterizan por ser de corta duración pero de alta o muy alta intensidad. En este caso podemos encontrar varios ejemplos en diferentes disciplinas deportivas como puede ser un sprint en atletismo, levantamiento de peso o realizar cualquier clase de esfuerzo fuerte en muy poco tiempo.
En este caso nos encontramos con que el oxígeno no es necesario para la producción de energía y se consigue mediante dos mecanismos bien diferenciados llamados Glucogenólisis anaeróbica y Fosfocreatina.
- Glucogenólisis aneróbica –Se trata de un proceso catabólico del cuerpo y su funcionamiento se basa en la eliminación de un monómero de glucosa de un glucógeno gracias a la fosforólisis para producir glucosa y de esta forma poder alimentar al músculo y proporcionarle energía cuando está realizando un proceso aneróbico.
- Fosfocreatina – En este caso se trata de una molécula de creatina fosfolizada que tiene la capacidad de almacenar la energía en el propio músculo. Normalmente es utilizada por nuestro cuerpo para formar creatina para los 2 a 7 segundos después de haber hecho un esfuerzo de alta intensidad.
En el caso de los ciclistas ¿cuál es mejor hacer? Lo más recomendable es hacer una combinación de ambos dado que con los ejercicios aeróbicos no se crea músculo dado que son de poca intensidad durante mucho tiempo. Es como si estuviésemos una hora en una estática e hiciésemos 10 kilómetros a ritmo pausado.
En este caso lo que hace el cuerpo es consumir la proteína del músculo para ir consiguiendo energía; también quemará el glucógeno que hay en sangre e hígado y cuando se agote esta fuente de energía el organismo comenzará a consumir de sí mismo para poder mantener el nivel de energía necesario para la actividad física.
Al contrario, el ejercicio anaeróbico es ideal para poder generar mayor musculatura gracias a la gran intensidad empleada en la actividad, aunque como hemos dicho, durante poco tiempo.
Por estas dos características, lo mejor es combinar ambos ejercicios en una rutina de ejercicios, con lo que conseguiremos mejorar nuestro sistema cardiovascular, eliminamos la grasa acumulada en el cuerpo, aumentamos nuestra masa muscular y mejorando nuestro tono muscular y rendimiento.
En este caso hay que alternar los ejercicios, por ejemplo, los días en los que tengamos menos tiempo o en los que llueva bastante, podemos dedicarlos a hacer pesas o ejercicios anaeróbicos y los días que haya mejores condiciones a “rutear” en bici y hacer aeróbicos. Con ello veréis cómo vais mejorando en vuestro desempeño a la hora de hacer ejercicio.
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