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A pesar que estamos muy próximos al verano, donde la climatología es más benigna que durante el resto del año, muchos ciclistas deben de enfrentarse a las clásicas tormentas de verano sobre su bicicleta, las cuales pueden ser bastante frecuentes. Se trata de nubes que descargan una gran cantidad de agua en poco tiempo, pero pueden ser lo suficientemente peligrosas para provocar un accidente si estamos en la carretera y no hay un lugar próximo donde poder resguardarnos.

Aunque ya hemos hablado en alguna otra ocasión sobre cómo circular cuando llueve, vamos a profundizar un poco más sobre algunas de las características que deberíamos tener en cuenta si estamos en una ruta y nos encontramos con una tormenta de verano y no hay lugar donde poder cobijarnos hasta que escampe.

Esta clase de tormentas son imprevisibles y nunca podemos saber exactamente cuándo van a aparecer, por ello si se puede hay que tener una ropa adecuada para permanecer secos, aspecto muy importante porque cuanto más mojados estemos, la sensación de frío se hará mucho más intensa y el riesgo de coger una fuerte gripe es más alto.

Ropa y accesorios

No siempre podemos ir cargando con la ropa especial para la lluvia, pero una buena idea es adquirir tanto el maillot como los pantalones de neopreno, con lo que estaremos protegidos en caso de que aparezca la lluvia, Asimismo siempre hay cascos con protección para la lluvia, por eso también es importante poder contar con ello para tener también la cabeza seca, una de las primeras zonas por donde nos entra el frío cuando llueve.

En cuanto a la ropa también es recomendable utilizar prendas de colores muy llamativos y reflectantes para que seamos visibles bajo condiciones climáticas adversas. Como complemento tampoco podemos olvidar unas buenas gafas y una buena visera. Las gafas deben tener color anaranjado o amarillo, dado que esta gama cromática aumenta notablemente el contraste, especialmente cuando hay poca visibilidad. Las viseras ara el casco también son recomendables dado que protegen mucho a las gafas de las salpicaduras, lo que nos permitirá tener una mejor visión de la carretera y el entorno.

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Circular sobre mojado

Cuando cae mucha agua las ruedas, al igual que las de los coches, pierden adherencia, por lo que hay que evitar en todo momento las marcas viales como líneas de la carretera, flechas, pasos de peatones, etc., así como alcantarillas, zonas empedradas y todo lo que podría hacernos perder el equilibrio y hacernos caer al suelo.

Las curvas son otro de los puntos en los que debemos tener cuidado cuando llueve mucho, especialmente si es descendiendo una pendiente. Si en una curva en una carretera seca se apoya una pequeña parte de la rueda, cuando llueve esa pequeña parte es lo único que nos salva del equilibrio de una buena caída, por lo que es recomendable entrar a una velocidad moderada para evitar caídas.

Frenos y frenada

Los frenos siempre deben estar en el mejor estado posible y teniendo en cuenta que se hayan revisado con anterioridad, no deberíamos de preocuparnos en exceso de su funcionamiento pero sí de cuándo deben ser utilizados. En momentos de lluvia, aunque a muchas personas pueda parecerles algo extraño, hay que frenar primero con la rueda delantera y después con la trasera, y esto tiene una explicación sencilla.

Debido a que en el momento de frenado el peso se concentra principalmente en la parte delantera es normal que frenemos con ella dado que si lo hacemos primero con la trasera es fácil que se bloquee y patine sobre el asfalto, por lo que derraparemos y caeremos seguro. Lo que hay que hacer es frenar primero con el freno delantero y después con la trasera pero nunca hay que hacerlo bruscamente porque las ruedas se detendrán en seco y la caída también estará asegurada después de perder el control de la bicicleta.

Lubricación de la cadena

La lubricación de la cadena es importante y se puede hacer con productos específicos tanto para climas calurosos como para climas de mucha humedad. En este último caso es importante utilizar lubricantes de mayor densidad aunque también es recomendable limpiar bien la cadena al menos una vez al mes y hacerlo en profundidad antes de lubricarla de nuevo.

Luces y visibilidad

En caso de lluvia torrencial es imprescindible hacernos ver, por lo que se recomienda el uso de luces para informar a todos que nos encontramos allí. En este caso, las luces LED juegan un papel muy importante, consumen muy poca batería y tienen una gran capacidad lumínica, por lo que podremos utilizarlas tanto para poner en la bicicleta o si no se quiere tocar hay LEDS para brazaletes, tobilleras con LED e incluso focos para implementar en el casco con toda comodidad.

Es importante mantener siempre unas mínimas pautas de seguridad, especialmente cuando llueve y estamos en la carretera. Estamos seguros de que estos consejos serán de gran utilidad para aquellos que estáis dando vuestras primeras pedaladas en este mundo de la bicicleta de carretera.

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