Que es el Pedaleo y Formas de Hacerlo

A pesar de que hay muchas personas que conocen a la perfección sus límites sobre la bicicleta y aspectos tan importantes como la forma de pedaleo, nunca hay que descuidar la técnica que utilizamos, porque si nos preocupamos por ello, podemos llegar a mejorar notablemente nuestra forma de andar en bicicleta. Es algo que deberían tener en cuenta todas aquellas personas que practiquen este deporte y se lo tomen en serio, buscando una mejora en el día a día.

Lo mismo que ocurre con otras actividades físicas, el cuerpo humano no fue diseñado para pedalear, por tanto no vale solo con subirse a la bicicleta y pedalear y pedalear, un buen pedaleo tiene su técnica, algo que no se consigue en unas horas sino a base de entrenamiento continuado, siempre supervisando nuestra progresión y adquiriendo los conocimientos técnicos de lo que está sucediendo en cada momento, optimizando poco a poco el desarrollo y aumentando las prestaciones.

Ahorrar energía es básico para todo ciclista, por tanto buscar información o asesoramiento profesional acerca de cómo se pueden utilizar los vectores de fuerza de manera correcta es algo primordial que debe ser trabajado de manera constante.

¿Qué factores nos influyen en la técnica del pedaleo?

Hay tres factores principales que debemos controlar en todo momento: la posición sobre la bicicleta, el tiempo que llevemos entrenando y la asimetría nuestro tren inferior. Con una correcta posición mejoraremos la forma de pedalear, algo que se consigue con una altura e inclinación óptima del sillín, la talla del cuadro, la colocación del taco en la zapatilla, etc. es algo de gran importancia para mejorar la técnica del pedaleo.

El tiempo que llevemos entrenando puede influir notablemente en este aspecto. Cuanto más pedaleemos más información tendrá nuestro cerebro y más experiencia adquiriremos en carretera, algo que también resultará beneficioso para el pedaleo.

Desde siempre se sabe que todo ser humano tiene asimetrías y no es igual de un lado que de otro. En este caso las piernas no son completamente iguales, pero hay que conocerlas porque influye en muchos aspectos del pedaleo.

A veces, la asimetría, aunque no es demasiado notable, hace que se bascule la zona lumbar con cada pedalada, lo que puede provocar dolores y también sobrecargas lumbares que pueden hacer que acabemos adoptando malas posturas sobre la bicicleta, algo que tenemos que ir corrigiendo poco a poco, mucho mejor si lo hacemos bajo la supervisión de un profesional.

Pedaleo redondo y pedaleo a pistón

Para aquellas personas que no tienen demasiados conocimientos sobre las técnicas de pedaleo, estas definiciones pueden serles desconocidas pero tienen una fácil explicación. En el caso del pedaleo redondo es la aplicación de fuerza al pedal durante todo el ciclo de la pedalada, donde no existe ningún punto muerto en el ciclo y aplicando fuerza en todas las fases, tanto en la descendente como en la pedalada de recobro o recuperación.

El pedaleo redondo genera mucho torque (fuerza aplicada en una palanca que hace girar alguna cosa) en la fase propulsiva y minimiza el torque negativo en la fase de recobro, consiguiendo un a máxima eficiencia mecánica dado que intervienen más grupos musculares.

Por su parte, el pedaleo a pistón se trata de un pedaleo irregular en cuanto a la forma de aplicar fuerza al pedal, algo que resulta bastante parecido a lo que hace el pistón de un coche, por eso tiene este nombre tan gráfico.

En este caso se aplica la fuerza al pedal en la fase descendente de la pedalada y en el pedaleo de pistón nos encontramos con dos puntos muertos (superior e inferior) y también una fase negativa, que es cuando se produce la pedalada de recuperación.

Fase propulsiva y de tracción

En el pedaleo redondo, existe una fase propulsiva y otra fase de tracción. Diferentes estudios científicos dejan claro que la mayor eficacia mecánica se lleva a cabo cuando el ciclista aplica en los pedales una fuerza de propulsión de 0 a 180 grados y por otro lado una fuerza contraria al movimiento de la biela, de 180 a 360 grados, con lo que se consigue reducir el toque negativo que se llega a producir en lo que se conoce como fase de recuperación.

Esta clase de pedaleo aumenta considerablemente el gasto energético y solamente debe aplicarse en esfuerzos máximos que tengan corta duración como arrancadas, sprints o zonas cortas que cuenten con un gran desnivel y necesiten ser atacadas rápidamente. Si utilizamos esta clase de pedaleo puede producir una importante sobrecarga lumbar, rotaciones de cadera o parestesias en el pie entre otras patologías.

En principio, podría llegar a parecer bastante difícil poder entender todas y cada una de las características existentes en el pedaleo, pero nos resultará muy importante asimilar todas sus características porque de ello depende un mejor desempeño sobre nuestra bicicleta.